Para empezar, voy a dedicar una serie que he terminado hace apenas una semana y que, a pesar de decepcionarme en determinados aspectos que explicaré después, me ha dejado con una impresión general bastante sobresaliente: 20th century boys, de Naoki Urasawa.
¿Cuál es la historia detrás de éste título tan llamativo? Será mejor empezar desde el principio. Debemos de remontarnos al Japón de los años 70, en concreto, en un grupo de niños que han construido una base secreta en medio de un descampado, como puede que hiciérais vosotros con vuestros primos algún que otro verano caluroso. Los niños se refugian allí para leer cómics, hablar de sus aventuras, ojear alguna que otra revista subida de tono... Kenji, el líder por así decirlo de todos ésos chavales, propone un día imaginar qué sucedería si el mundo fuera a ser destruido. Inspirados por sus colecciones de tebeos, los niños empiezan a imaginar: robots asesinos, armas biológicas expulsadas por las ciudades más importantes del mundo, bombas en edificios gubernamentales... pero ellos prometen reunirse y salvar el mundo si algo así sucediera, y marcan su pacto con un siniestro símbolo de una mano apuntando al cielo enmarcada con un ojo.
La trama continúa unos treinta años después, cuando Kenji es ya un adulto que ya ha dejado atrás sus sueños de adolescente de convertirse en una estrella de rock, y trabaja en supermercado con su madre, obligado además a cuidar a su sobrina, prácticamente un bebé, pues su hermana ha tenido que marcharse de casa en extrañas circunstancias. El problema surge con una misteriosa secta que está cobrando una gran popularidad, organizada bajo las órdenes de Amigo, un personaje misterioso que se oculta tras el símbolo que Kenji y sus amigos diseñaron en la infancia. Pronto, se dará cuenta de que todas aquellas profecías sobre la destrucción del mundo se están cumpliendo con una precisión diabólica, y que los planes de Amigo van mucho más allá de lo que podrían haber imaginado.
¿Os he despertado el interés? Es, sin duda ninguna, lo que consiguen los primeros tomos de 20th century boys: una trama sorprendente, extraña, misteriosa, que engancha desde el primer momento y proporciona tal cantidad de misterios que se hace inevitable el querer continuar con las desventuras de Kenji y sus compañeros. Giros inesperados, personajes entrañables, y sobre todo, una laberíntica colección de enigmas que se van encajando unos dentro de otros como sólo Urasawa sabe hacerlo.
Sin embargo, en mi opinión, Urasawa vuelve a caer en el mismo error que tuvo con Monster. Y es que, a pesar de contar con una introducción espectacular y unos primeros tomos que reflejan la maestría del mangaka a la hora de plasmar todo lo que tiene en la cabeza, la historia comienza a perder fuelle a partir de la mitad aproximadamente, y va decayendo en una red de giros que, en lugar de ir cerrando la historia y resolviendo misterios, van creando unas lagunas abismales que trata de arreglar en los últimos tomos con unas maniobras inesperandamente cutres, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de la que goza la otra mitad de la obra. En definitiva, llegado a determinado punto, vamos a encontrar que la historia se repite una y otra vez, y que para salir de ésa situación el autor recurre a trucos incomprensibles, dejando al lector con la sensación de no haber entendido absolutamente nada, o de haberse saltado una gran cantidad de páginas que deberían dar solución a las cuestiones que quedan colgando al final.
Pero no quiero desanimar con ésta crítica a todos aquellos que tengan curiosidad por éste cómic. Es sólo una opinión personal, y a pesar de mostrarme tan negativo con la segunda mitad de ésta serie, debo de reconocer que no me ha disgustado para nada, pues al fin y al cabo, no es una obra que se haga aburrida o desagradable. Es una obra que mantiene un pulso de constante tensión acompañada por escenas de enorme belleza artística, y no negaré que consigue que tu corazón lata de nerviosismo en determinados momentos clave. Además, viendo el panorama del manga actual, debo de reconocer que pese a sus fallas, 20th century boys es uno de los mejores cómics que he leído en los últimos años, y una pena que ésa conclusión tan sujeta con alfileres desluzca el acabado final.
Sólo comentar, que la obra ha sido tan popular en el país del sol naciente que se ha llevado a cabo una trilogía de películas basada en el cómic. ¡Nos vemos en la próxima entrada de La Hora Manga! :)
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