Niñas precoces

Todas las mañanas procuro coger los periódicos gratuitos que regalan a la entrada del cercanías, y es que con una lectura sencilla es más fácil asimilar que son las siete y media de la mañana y que aún me falta una hora de viaje para llegar a la facultad. El jueves pasado venía un artículo que hablaba sobre blogs de moda, que al parecer ahora son de lo más in. Entre ellos se incluía el blog de la sobrina de Adolfo Domínguez, y de otras personalidades conocidas que se habían hecho famosas en el mundillo de Internet, aunque la que realmente me llamó la atención fue Tavi Gevinson, una niña de unos quince años cuyo blog de moda ha revolucionado -y dividido- la opinión internacional. Curiosamente, ése mismo día, pocas horas después, el profesor de Edición Digital nos mencionaba a ésa misma niña (tócate las narices, en mi vida había oído hablar de ella y me la mencionan dos veces el día que me entero de su existencia) para dar ejemplo de la tremenda importancia que tenían los blogs en el mundo de hoy.

Y así, investigando, descubrí que la susodicha Tavi tiene su propia revista online (aunque sólo puede actualizarla cuando vuelve del instituto, ¡qué apañada!) que ha sido invitada a desfiles de Dior, que ha escrito artículos de moda y que tiene medio mundo reventado contra ella, y el otro que se desvive en alabanzas (incluyendo a la todopoderosa Lady GaGa, que ve en ella al futuro del periodismo de moda)

¿Es realmente una niña precoz, una aprovechada, o simplemente una chica que se aburría en su casa y decidió hacer un blog de moda para matar el tiempo hasta que su madre terminara de preparar las albóndigas de la cena? Pues no lo sé, por la sencilla razón de que entiendo tanto de moda como de cochinillas peruanas, y todo ése mundo me aburre a niveles insospechados.

Así que por ahora voy a dejar a Tavi, y que siga apareciendo en portadas y calendarios, y oye, pues si la gusta ponerse lazos en la cabeza y gafas de culo de botella, pues mira, otras se visten con trajes de carne y banderas americanas, y tan ricamente. Aunque reconozco que la moda cada vez me produce más desconcierto, sobre todo comprobando que vuelve a estar de moda vestir como nuestras abuelas. Así que nada, me voy a buscar veinte bufandas para prepararme un lazo a lo Tavi, y a ver si yo también me vuelvo un gurú de la moda moderna.